sábado, 11 de junio de 2011

ERUCTOS

Yo no sé por qué tantos prejuicios con los eructos. En algunas culturas es símbolo de satisfacción y cortesía eructar en la mesa. Igual que en otras pedir las sobras.

Nosotros si eructamos somos unos cerdos y si pedimos las sobras unos rácanos.

Al principio, todo se perdona e incluso se desea. Por ejemplo una madre primeriza, en algunos casos, contados con los dedos de una mano, un padre. No tenéis que daros por aludidos si sois de esos padres que menciono, estaréis en mi mano.

Pues bien, cuando tienes tu primer hijo, el hecho de que no eructe te produce una ansiedad casi esquizofrénica. Vas por los pasillos con el crío pegándoles golpecitos en la espalda, apretándole la barriguilla, acercándolo a un espejo, todo para conseguir el tan ansiado eructo.

Piensa que eres tú, que tienes un eructo en la punta de tu traquea, y que alguien te golpea despacito, pero con ritmo de morse. ... - . ... -. ... -... -...

Eso te ralla, es imposible eructar y además, empiezas a preguntarte “¿por qué querrá esta el eructo?” y siendo un bebe de pocos días, te lo guardas, por rácano. No das ni la mierda que cagas ya desde chico. Bueno eso sí, pero como no cagues, tu máma te va a poner un supositorio de vaselina, te meterá cosas por el culete, así que mas vale que cagues cuando te toque. Cada dos días o así, que si no, ya verás la cara de mala que se le pone.

Es el segundo de tus hijos, el que recoge los frutos y los sufrimientos del primero. El primero acaba en urgencias cada dos por tres, con pruebas de todo tipo, virus que se cogen por ir ... total, por un diente que está echando o un poco de mocos con fiebre.


El segundo no va al médico ni a tiros, todo es normal. Nosotras ya sabemos que hacer en cada momento, y sobre todo perdimos la ansiedad a perderlos, no se mueren tan fácil, no digo que no ocurra, y de sobra sabemos que es la más insuperable de las pruebas para nosotras, pero… son mas duros que el Alcoyano, y se pegan golpes y se rompen huesos, y encima estás contenta porque solo le ha pasado eso.

Volviendo al tema del eructo, cuando tienes tu segundo hijo, no tienes tiempo para golpecitos chorras en la espalda, el otro, te impide pararte en tonterías. Con lo cual, le das el bibi en la silleta, y cuando termina, le dices: “ahora vengo” y te vas y el se relaja y eructa solico y dice: “¿donde está la banda de música que tenía mi hermano cuando eructaba?”

Mis chicos, fueron dobles igual que los primeros y sí, les hacía eructar. Cada uno con su teta, mientras hacían los deberes con los mayores. Anda que se soltaban ¡que va! yo me movía y todo, y ellos ventosa total. Yo creo que podía ponerme de pié que se quedaban colgando de los pezones…¡un caso!.

Con los primeros, que si ponte en esta postura que es mejor, que si agárrate el pecho para que no se ahogue. ¡Como me agarro yo los pechos, si son dos! ¡Y quien borra esta cuenta que está mal hechaaa!

Bueno, ellos comían y como yo estaba con los deberes de los grandes … a veces se quedaban un ratico más, aunque no salía ya nada, para llamar a la próxima toma. Nene,

¡ como llamaban estos dos!, tetas que me salían de los sobacos. Disparaban a presión, lo sé porque una vez, me hice la gracia de disparar de sofá a sofá a los grandes que veían los dibujos.

Un chorrazo en to el ojo, “aahh mamaaaa que ascooooo.” Fino, fino, pero a presión.

Bueno ¿de que estábamos hablando? ¡Ah! el eructo doble, pues bien, yo los ponía frente a frente, sentados con la cabeza cogida por el cuello, como el lavabo de las peluquerías, ¿si? Y ellos con ojos de rana, abrían y cerraban, la boquilla llena de leche, to relajaos. Yo empezaba a jugar a las marionetas.

“ tu, tu, eructa tú.“ y con un dedo, le metía por el bracillo por los sobacos, y levantaban hasta la mano. Jajaaj con su puñico cerrao, o las manos muy abiertas, jjaja.

“No, que yo no tengo ganas”.

“Voy a pegar un eructo que se va a enterar hasta la vecina.”

“Ya será menos”

Todo eso, moviéndolos, para que poco a poco, ese aire sobrante subiera para arriba.

De prrnto “uchak”

“Campeón, campeón, o e o ee ...” el campeón se largaba a su vestuario, a dormir, mientras… el otro, recibía el cariño de su público, y ya con dos manos, unos besos en el cuello, alzas el brazo y le besas los sobaquillos (técnica infalible) y un ratico de cariño relajao y te premia con un eructaco, una sonrisa de satisfacción y a dormir.

Decía en pensamientos: “toma pa ti mamá”

y tu dices “!Ayyy que guapo hasta eructando!”

Que relax cuando te olvidas de lo que te enseñaron de pequeña y actúas, como te llama el instinto. A tu aire, si eructas bien, si no, ya lo harás en tu silleta.

Consejo de Lengua Viva Madre: el mejor consejo es que no aceptes los consejos. Lo que no se puede es tumbar a un chiquillo con la barriga llena de leche y aire mezclado, pero lo pones en una sillita y mira, es por ley, el aire se va arriba solico.

Y el tío se echa un siestón sin estrés ni golpes en Morse, que te babea toda la silleta. Si estas en el campo le pones un sombrero de paja en la cara, y ya auténtico total.

A mí los eructos me dan mucha risa, supongo que de chica me hacían esto, pero con eructos, mi familia no es muy fina, y menos mi tita Eve, que era la tita joven y sin hijos, que nos enseñaba canciones de cagar en alto y esas cosas .

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