sábado, 7 de mayo de 2011

EL PICARDIAS: LENGÜETAZO UNO

- Niña, me han puesto un ojo de cristal ¿a ver si sabes cuál es?

- Imposible, que auténticos Manuel, que ojos mas bonitos ... 

Ojos pequeños y azules, llenos de luz. Su cara alegra mi corazón desde el momento que lo veo. Cuanta bondad. Surcos de piel recorren todo su semblante, cuantas vivencias, cuantas le quedan por vivir. Sigue ayudando a su familia, de papeleos para sus nietos y recogiendo firmas, vendiendo décimos todos las navidades y llevando y trayendo noticias, folletos y todo lo que pasa por sus manos.

"Niña, búscame un calendario del compañero Camacho "

El último, el único, pa ti …te lo mereces, eso y un beso muy grande.

“Manuel, ¿a ti por qué te llaman el picardías?”

Sonríe… se sorprende de que alguien se lo pregunte, todo el mundo lo sabe, pero yo soy joven aún, me quedan muchas cosas por conocer…

“Verás, con ocho años, cuidaba marranos. Un día un lechoncillo se me escapaba y para no tener que correr, le tiré una pedrailla.

Lo maté. Eso suponía una paliza, de aquellas de entonces. ¿Qué hice? ¿Cómo escurrir el bulto y librarme de los palos ?

Puse al lechoncillo entre ramas de romero, con las patillas colgando y el cuerpo en el aire, para que pareciera que estaba de pie, y llamé a gritos al capataz. ¡¡que se me escapa ... que se me escapa!!

Vino corriendo y le dio al cerdo con una fusta que tenía para que volviera, con tan mal atino que se lo cargó… Je, jejeje”

Este viejo picarón, como me hace reír.

El despido le costó, un lechón en aquellos tiempos suponía una ruina.

Pasaron los años y siendo mozico, confesó a su gente lo que hizo y a toro pasao, nadie le regañó. ¡Cosas de crios¡. Pero desde entonces comenzaron a decir: “este niño, mira que tiene picardía, hay que picardía tiene.” Y desde entonces, así lo llaman "El Picardía".

“Ay niña, dale un besico a tu madre… mira que quiero yo a tu madre, a tu padre también, pero es que tu madreee, es muuu buena.”

“Manuel… y despues de la guerra, ¿qué? ¿cómo te fue?.”

“Tres años, en un campo de trabajo, pero como era un niño, los compañeros me protegían, no me dejaban trabajar, no tenía cuerpo. ¡Cuantas fatigas pasamos hija mia, cuantos muertos vimos¡. Yo arrimaba el agua a los camaradas... todos me cuidaban por ser el más joven.

Tenia quince años y me cogieron por una tontería, como tenía el carnet de las juventudes comunistas.... jajaja,


“Manuel, entonces no eras muy inocente para los ganadores, ¿no?”

Sonríe y mueve la cabeza… si, tenía solo quince años, pero ya llevaba el veneno dentro. Tenían que domarlo.

“¿Cómo te cogieron?

“Estaba trabajando en el campo, cogiendo garbanzos. Nos cogieron a tres. La guardia civil y los moros. A nosotros nos metieron en la cárcel pero… a la muchacha que venía...” tuerce la boca, afloja la cara y no es capaz de contar lo que pasó.

Le pregunto: ¿que pasó, dime.?

“Pues hija mía, que va a pasar… que no apareció y ya sabes todo lo que le hicieron entre todos.”

En nuestras cunetas hay muchos cadáveres, si… Pero hemos de ser conscientes que las mujeres que están, llevaban premio doble. Mujeres y niñas porque esta era roja, pero era una niña.

“Manuel, tienes tiempo, anda cuéntame más, un ratito, Manuel”.

“No niña, que tengo que ir a entregar este papel para mi nieto..... “ se va a paso ligero, nos dejó a todos los que estábamos en la puerta recogiendo firmas, con la palabra en la boca y solo pude pensar, “todo lo tengo en mi cabeza, tengo que contarlo.”

Alguien tiene que hacer un homenaje a este hombre, El Picardía, seguro se lo han hecho ya, pues otro, un libro, con detalles, con todo. Es un héroe de entonces, es un héroe de hoy, de su familia, sus amigos y todos los que lo rozamos aunque solo nos de un momentico, siempre va corriendo …

2 comentarios:

  1. Un monumento no se... pero un libro... puede que se lo merezca... si sólo en una pincelada de su vida tiene tanto... sería para saber más de él...

    Por cierto que me encanta el estilo literario...

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  2. Venga un valienteee, a ver si tu cuando vuelvas de hacer las américas, te animas.

    Escribes muy bien, lo he visto. Manuel y Manuel, sabes que yo creo en esas cosas.

    Muchos nervios y rabia, asegurada con las vivencias de picardía.

    Tengo su móvil, pero hay que darse prisa, que se muereeeeee, está viejísisismo.

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