Me llenaría de orgullo y satisfacción poder conoceros y agradecer las veces que convertisteis mis lágrimas en sonrisas. Mezcladas y sueltas. Risas con mocos, sollozos, lágrimas y rabia. Hoy me acordé. Hace tiempo de eso. Hoy las escucho y solo risas, risas y risas. Todo lo demás curó. O al menos eso creo.
Ya estoy flamenqueando. ¡Cómo echo de menos mis clases!, se me está poniendo el culo fofo.
Ya estoy flamenqueando. ¡Cómo echo de menos mis clases!, se me está poniendo el culo fofo.
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ResponderEliminarNENEEEE, y nosotras también. nos meteremos cada una debajo de uno de tus sobacos de vasco. jajaa y daremos un alario, o quejío que se dice, aflamencao. aaayyyyyyy, ¿Diego fuiste esta mañana a caminar por el pantano eh?
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