La 11ª Ley me obliga, no me busques de testiga.
Perro del patrón que me mordió en su día, ahora quiere morder la mano que le dio de comer. Defiéndete a tiempo. Acude a la huelga, no vengas a trabajar a mi puerta. Exige tus derechos y no pisotees por un puñao de euros. Cada uno tiene lo que se merece, si no te paga, lo hiciste de gratis.
No contento el dueño con los perros de la casa, trajo mestizos de mi barrio, con barra de hierro amedrentando. ¿a la puerta de mi casa?¿ ¿en mi barrio? No saben con quien se enfrentan, yo sola te mato. Con mi lengua claro.
No hay nada mejor que no mostrar miedo, te conviertes en macho dominante y ahora, me respetan y me saludan. Gracias patrón, por presentarnos.
Con dos termos de café, para que repongan los piquetes les digo. “¿que sois seguratas? ¿esa es el arma reglamentaria? ¿Tenéis el curso?¿estáis de alta?”
Estas son mis armas, café y palabra.
Sepan ustedes que me hago mi casa, con mi padre albañil y un amigo de la familia que durante años trabajó con él sin esperar recompensa. La cesta que le mandábamos por Navidad, furtivos la metíamos en su casa, no la aceptó ni antes ni después de su muerte, ni compensación económica. Solo su hijo, hoy casi hermano, el que venía el día del accidente, tiene un trozo de tierra, gentileza de tantos años de lucha obrera mezclada con trabajo en las obras familiares.
Me hago mi casa y no me permiten ni mover un escalón para facilitar el acceso a mi cochera. Otra cosa es que luego lo moviera, barranca soy, barrancos somos y fuera de la ley cuando no se hace dentro, hacemos justicia.
Bien, pues… la Empresa Pública del Suelo Andaluz, con la venia de este nuestro querido Ayto se carga la escalera entera. Al final el muro y las ratas (ver otros títulos).
Este es mi último aviso, que no el último. Seguiré hasta hacer justicia y hasta que el peligro que se cierne sobre nuestros hijos desaparezca.
Además de la rampa, hacen un recinto amurallado, perfecto para ser habitado.
Utilizando mi lengua en primera instancia, las burlas del patrón y su perro recibo.
Utilizando mi culo en segunda, lo muevo sobre el cemento.
Y al final se van los perros con su amo, dejando aquí esta cagada, en plena ruta de la judería. Y se van con los responsables de la empresa, sonriendo todos como hienas.
Bueno, ahora van las fotos, que ya dí bastantes avisos. Ya está bien. Ver para creer.
Y si alguien me demanda, en su derecho está, pero no se difamar, solo cuento la verdad.
Que como todo es cierto, todo lo que digo, a mi me sobran testigos.
Y si además su señoría las necesitara, fotos inéditas, guardadas.
Con todos mis respetos y en clave de humor, Señor Hernández de Moya, espero que usted no se toque … lo que rima, que soy muy fina.
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